Los hinchas del fútbol, a los que nos gusta ir a la cancha, vibramos con los partidos y todo lo que hay alrededor de ellos: amigos, previas, familia, abrazos de gol y fiesta en las tribunas. Hemos visto Medellín como se transforma, no solo el escenario deportivo sino también las barras, quienes con trabajo se han desligado del concepto de violencia que tenían y han transitado hacía escenarios de paz y reconciliación para hacer de los partidos una verdadera fiesta del fútbol. Atrás quedaron los imaginarios de miedo alrededor de los clásicos o las salidas corriendo de los Estadios, pues la ciudad vive una cultura de fútbol.
Y esa transformación no ha sido solo en el escenario deportivo, los líderes de las barras han entendido que ser líderes tiene una responsabilidad muy importante, que sus comportamientos tienden a ser replicados y que la pasión del fútbol en una ciudad como Medellín debe ser transformada en acciones positivas. Ha sido así como con arte, música, cultura y formación han transformado el barrismo en un ejercicio social que se lleva a los territorios.
Es por eso que, ver un mensaje del ex candidato a la Gobernación de Antioquia y ahora Diputado, Andrés Guerra Hoyos genera un sinsabor, no solo irrespeta el proceso que han tenido, sino que demuestra una gran ignorancia al respecto llamando “barras bravas” a la Rexixtenxia Norte y Los Del Sur. Se quedó en la era de la caverna el diputado.
Pero, más allá del evidente desconocimiento, Andrés Guerra incurre en la estigmatización y lanza juicios muy peligrosos que, en un país tan polarizado, podría incluso ponerles lápidas a los miembros de las barras organizadas de la ciudad, en medio de su juego político en el que cree que todo vale, incluso la vida.
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Su desafortunado tweet es una incitación al caos, a la violencia, a poner etiquetas y a vivir en el pasado, en la guerra que tanto les gusta; pero también es un llamado a la reflexión para todos los que hemos visto el proceso de transformación, que hemos visto las obras sociales que realizan, los procesos educativos a través de sus grupos musicales, como usan el arte para intervenir la ciudad; es una invitación para que defendamos y rodeemos el barrismo social, ese que nos permite disfrutar más del Atanasio, vivir la previa y sentarnos el día del clásico con los del otro equipo porque tenemos una cultura que empezó con ellos.
No señor Guerra, los vándalos no son los barristas, los verdaderos vándalos son los corruptos, los de Reficar, Odebrechet, Agoingreso Seguro, la Ñeñe política, los embajadores con finca para el uso de la coca y los Concejales, Diputados o Senadores que usan su período de cuatro años para calentar silla y defender intereses particulares sin presentar al menos un proyecto de corte social que impacte la calidad de vida de las personas.
Att. Un hincha del fútbol, y del barrismo también.
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