Medellín tiene un plan de seguridad basado en la prevención, su estrategia más que apagar incendios cuándo las cosas están avanzadas, busca encontrar aquellos puntos neurálgicos que deben ser intervenidos y que finalizará en la reducción de delitos y prevención de violencias a través de el Plan Integral de Seguridad y Convivencia (PISCC).
El plan, parte de una caracterización en el que se tiene claro el inventario criminal de la ciudad: 2 grupos armados organizados, 10 Grupos Delictivos Organizados (GDO), 66 grupos de delincuencia común organizados o ‘combos’ ; y de identificar las formas de violencia: homicidio y desplazamiento forzado intra-urbano, hurtos, crimen organizado, comportamientos contrarios a la convivencia, violencia de género, violencia intrafamiliar, violencia contra niños, niñas, adolescentes y jóvenes que deben ser respondidos con atención integral y multidimensional.
Es por ello que en Medellín se trabaja en base al PISCC, pues sus líneas estratégicas hacen sinergia institucional y abordan las violencias desde varios enfoques: Poblacional, de género, territorial, de paz, seguridad urbana y Derechos Humanos, que contribuyen en la reducción y prevención del delito y la promoción de la convivencia.
Esta estrategia de prevención ha logrado que la ciudad tenga mejores resultados que los que han mostrado otras administraciones, pese a las voces que dicen que ha desmejorado o que afirman, irresponsablemente, que en Medellín todo va mal y que los delincuentes andan a sus anchas. Uno de los resultados recientes en materia de seguridad fue anunciado por el alcalde Daniel Quintero, a través de su cuenta de Twitter en el que, informaba la captura de un cabecilla de «Los Triana».
Las cifras de seguridad en la Administración de Daniel Quintero hablan por si solas
En homicidios la cifra venía en ascenso desde 2015, tuvo un leve descenso en 2019 y en 2020 se presentaron 363 casos. Aumento en capturas de homicidas en 2021.
Capturas por hurto simple han aumentado 9% y por hurto de moto 13%.
Y el nuevo Escuadrón Anti-Fleteo deja un saldo de 396 personas individualizadas, 49 capturas en flagrancia y 13 por orden judicial.
De esta manera se observa que, la administración está cumpliendo en materia de seguridad y que con su estrategia está logrando llevar los resultados mucho más lejos, sin necesidad de jugar al policía ni de convertir la justicia en un show mediático.