El concejal de Medellín Gabriel Dib recientemente ha emitido varias aseveraciones en contra de los demás concejales que integran la corporación, incluyendo a sus compañeros del Centro Democrático, a quiénes ha calificado de convertir al Concejo en un comité de aplausos.
Tanto en entrevistas radiales, como en sus redes sociales, el concejal parece estar siguiendo el libreto que le dio buenos resultados en el pasado a los políticos tradicionales de Medellín y del país ligados al uribismo.
Este libreto consiste en descalificar todas las acciones de la administración pública, descalificar también a los compañeros congresistas, legisladores o cabildantes, para luego mostrarse como una posibilidad de cambio para quienes son sus posibles votantes.
Frases como “las cosas van de mal en peor”, “esta administración está arruinando Medellín” o el “consejo está guardando silencio”, “les hablo como ciudadano o como padre de familia”, hacen parte de esa estrategia politiquera que infunde terror para después venderse como la salvación.
Gabriel Dib recurre al libreto uribista para venderse como el salvador y el «alejado de la polítiquería»
A este tipo de prácticas ha recurrido en los últimos 20 años el uribismo, desde el propio Álvaro Uribe hasta los congresistas y demás integrantes de esa agrupación política. Sin embargo, los resultados podrían no ser los mismos en las próximas elecciones de 2022, puesto que este libreto ya está identificado por los ciudadanos y no es tan fácil que cale cómo en el pasado. Además, porque ahora hay una ciudadanía más informada y atenta a lo que pasa que no traga entero.
Otro de los factores comunes en este tipo de discurso utilizado por Gabriel Dib, es que generalmente, quiénes utilizan esa estrategia son quienes después se autodenominan por fuera de la politiquería tradicional y se lanzan como candidatos y candidatas.
Así las cosas y con las recientes descalificaciones de DIb a los demás compañeros y a la administración del alcalde Daniel Quintero, no sería extraño que el concejal esté pensando en aspiraciones que están peldaños más arriba, como la propia alcaldía de la ciudad, pero generar peleas internas parecen no dar los frutos que este tipo de políticos tradicionales espera.
Los cálculos políticos dividen al uribismo en Medellín
Los puntos negativos de esta estrategia política son dos. Primero generar divisiones internas cuando no hay una orientación clara por la ausencia del principal jefe político del Centro Democrático, produce, proporcionalmente, división en las estrategias de acción y las estrategias electorales.
Y segundo, hay un desprestigio creciente a todo lo que representa el uribismo y a quienes abanderan esas formas políticas, pues el todo vale y el saquémolos a votar emputados, ha producido un fuerte descrédito, y tanto en encuestas como, la opinión pública, desde el nivel central hasta el nivel regional, comienzan a descreerse de este tipo de discursos y a rechazarlos públicamente.
Sus ataques a los compañeros de la corporación han hecho que el mismo presidente del Concejo, Jaime Cuartas, quien conoce perfectamente el funcionamiento del recinto y sus normas, pues a diferencia de Dib, el lleva varios períodos lo que lo valida para responderle. Para Cuartas, no es un comité de aplausos, al contrario es un espacio plural, con diferentes ópticas y se debe respetar las perspectivas de los otros y cada uno hacer su deber de control político y presentación de proyectos de acuerdo.
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