La visita que EPM programó con varios concejales de Medellín desató una polémica entre las toldas uribistas, pues no les parece admisible que la bancada uribista en Medellín acepte este tipo de invitaciones.
El dardo lanzado con más fuerza desde la jefatura del Centro Democrático, fue contra el concejal Simón Molina, quien representa los lineamientos más radicales de dicho partido, además pertenece al grupo político Los Paolos, de la senadora Paola Holguín. Él siempre se ha dedicado a hacer oposición a la administración municipal, siempre ha atacado las políticas del Alcalde Daniel Quintero, pero se ha beneficiado de este tipo de viajes, demostrando una conveniencia para aprovechar situaciones e incluirse como estratégico en dicha visita.
Su justificación raya en lo absurdo, cuando explica que a pesar de los cuestionamientos que le han hecho a Empresas Públicas de Medellín, considera que es importante conocer de cerca cómo se están invirtiendo los recursos de los paisas en el exterior, refiriéndose a su presencia en el viaje a México.
El regaño de Uribe a Molina es casi un «le parto la cara…»
No obstante, desde el uribismo, las críticas han salido a la luz pública, su jefe natural Álvaro Uribe, ha incluido en su rechazo, la posición oportunista de Simón Molina para irse de viaje, lo que genera una imagen desfavorable con el partido político. En su cuenta de twitter publicó: “Algunos concejales del Centro Democrático en Medellín han tomado al partido como un chiste. El viaje a México nos afecta más ante la ciudadanía, que cuando se va no vuelve”, aseguró el exmandatario visiblemente molesto.
Parece que los argumentos del Concejal Molina no fueron suficientes para no descargar la ira del uribismo al tratar de ponerlo en cintura, ya que según sus lineamientos como partido político, el Centro Democrático es oposición férrea contra el alcalde Quintero y estás cosas no deben pasar.
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