Como es bien sabido el 2022 y las elecciones que se presentarán son claves para la historia colombiana. Y como también es bien sabido, y ha sido explicado por diversos analistas y políticos Medellín y Antioquia serán fundamentales en ese panorama electoral que comienza a acelerar la carrera, ello explica el ensañamiento de Uribe y el uribismo en contra de Daniel Quintero, que es lo contrario de ese proyecto político.
Desde que Daniel Quintero llego a la Alcaldía de Medellín y removió la estructura montada por el Fajardismo y Uribismo que se mantuvo durante años con complicidad de los alcaldes de turno, creó un desespero en esos sectores que han optado por usarlo como trampolín político para sus desahuciadas campañas.
Uribe descolocado contra Quintero
Se ha visto como el ex presidente Uribe pierde la cabeza en contiendas con el actual alcalde Daniel Quintero y habla con nostalgia de cuándo tenía a Medellín como su fortín electoral y de lo que se supone hacía por la ciudad.
En la misma tónica ha venido poniéndose Fajardo que encontró en Medellín una manera de intentar revivir su campaña y habla de lo que hizo excepto de bibliotecas que se caen, y expresa con preocupación que sus elefantes blancos estén sin operar. Y dice como siempre que hay que cuidar a Medellín.
Parece claro el desespero Uribe-fajardista, parece claro que saben que han perdido un gran bastión clave en el 2022, y parece claro que el cambio es imparable, en Medellín y en Colombia, y a pesar de los ataques ya sabemos que los cambios ya arrancaron y no serán fáciles de detener.
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