El equipo de reporteros de Notimparable decidió salir a las calles para ver de primera mano lo que los líderes de la revocatoria llaman “no dar a basto” o «no alcanzarles las manos» para recoger firmas y conocer un poco las dinámicas y protocolos de bioseguridad que manejan en el proceso, en especial si se tiene en cuenta las veces que han cambiado el discurso, las cifras y las fechas.
En un principio hablaban de recoger 250 mil firmas para sacar 91 mil válidas, ahora a duras penas han podido pasar la meta de las 80 mil y van escasamente por el 30% que necesitan, parece que al salir a las calles les estalló en la cara la burbuja que ellos mismos armaron en twitter… y eso que según sus versiones en el primer día tuvieron una gran acogida, prácticamente habían sobrepasado la cantidad de firmas y tuvieron por ahí a una ficha del CD jugando a ser Rappi para entregar planillas.
Recordemos que cuándo inició la recolección de firmas los promotores dijeron en su primer balance que su causa era todo un éxito, pero con el paso de los días tuvieron que ir cambiando el discurso e incluso han atacado gremios de comerciantes por no querer hacer el jueguito a sus intereses.
Su «gran» iniciativa se fue desinflando y el desolador panorama se veía hasta en los mensaje de redes (suena música triste de fondo) en los que les pedían a las personas que se apersonaran del proceso y es que claro, del bus se les fueron bajando muchísimos “grandes” fichajes, seguramente al ver lo mismo que nosotros en los puntos de recolección de firmas: nada. Además, porque la cacería de brujas en la que Medellín es fundamental para las elecciones de 2022 también tiene de fondo otro panorama y es que, ya muchos al ver todo lo que pasa con esa revocatoria prefirieron enfocar sus esfuerzos en su propia campaña.
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El recorrido se realizó durante varios días, para ver cómo se comportaba la ciudadanía ante su solicitud de recolección de firmas, en muchos nos encontramos soledad absoluta, negativas a firmar y puntos invisibles a los ciudadanos. Además, en casi todos los puntos pudimos constatar que no se están cumpliendo los protocolos de bioseguridad, es decir, no hay demarcación para el distanciamiento social aunque no haga falta, no hay gente en los puntos.
Empecemos…
Punto Parque de Belén: la carpa estratégicamente ubicada a la salida de la iglesia y en un parque que, en el argot popular se conoce como “el de los pájaros caídos” por su reconocida afluencia de público de la tercera edad, no surte el efecto esperado, pues en la cantidad de veces que pasamos por allí solo se podían ver unos pocos señores de la tercera edad incautos que firmaban, el resto del tiempo el punto estaba abandonado o servía de sombra para que le lustraran los zapatos a alguien. Se pudo observar que a pesar de la gran publicidad y los pendones la carpa era ignorada por los transeúntes y lo que pasa allí es invisible para la ciudadanía.

Punto Parque Villa Hermosa: resultó ser una casa en un segundo piso, la cual está cerrada, no tiene ningún aviso y tiene una reja que impide el paso. En este sitio no se vio movimiento de nadie. La visitamos en dos ocasiones y en ningún momento vimos presencia de personas de la revocatoria, ni de nadie que pudiese atendernos.

Punto Centro Comercial UNICENTRO: es una mesa en la calle, atendida por una señora, que paradójicamente con el regionalismo y discurso que manejan, usa máscara de la Feria de Manizales. En los momentos que estuvimos observando no se acercó nadie al punto. Incluso la primera vez que se visitó el sitio, no estaba.

Punto Hotel INTU: en este punto, a lo sumo pasa la bolita heno y suena de fondo a canción eterna soledad. En varios recorridos realizados se pudo observar que para la gente era absolutamente invisible el lugar y lo que pasaba allí, ni la imponente vidriera, ni mucho menos el letrero de revocatoria, podía hacer que lo que pasaba allí llamará la atención de la gente.
Punto Barrio El Playón: una mesa sola con un señor leyendo el periódico. El tiempo que estuvimos allí no se acercó nadie.
AQUA Parfumerie: es otro de los puntos del Poblado (comuna 14) está entre el punto de Milla de Oro y del Edificio Poblado, en el edificio contiguo a la iglesia. Sin embargo el local está dentro del edificio y no es muy visible. Cuándo fuimos estaba cerrado. Aunque tienen un pendón grande, el lugar es oscuro y no genera mayor visibilidad.
Florida Nueva: es un punto en un barrio residencial, un poco escondido y no tan fácil de ver. En la salida de una casa tiene una mesa y un pendón. En el tiempo en que el equipo estuvo cerca al sector no se vio gente firmando.
Edificio Poblado: el edificio está ubicado sobre la Av. El Poblado, a unos cuántos pasos de otro punto y hay una especie de mall en el primer piso, sin embargo no hay ningún tipo de publicidad, letrero o algo que indique que es un punto de la revocatoria, ni siquiera en las ventanas del lugar donde se supone se debe firmar o entregar las planillas.

Milla de Oro: Este punto es la radiografía de lo que es la revocatoria: elitista y esclavista, se preocuparon más por poner el hablador para las firmas que en garantizar condiciones mínimas para las personas que trabajan para ellos en la recolección. En una de las pasadas pudimos observar que les toca almorzar sentadas en el piso, cerca a la marcación y sin importar sí hace sol o agua. En este punto de gran afluencia de personas caminando la mayoría seguían derecho o les hacían señas que no iban a firmar.
Miscelánea SantaFé: Es un pequeño almacén donde venden de todo un poquito. Hay un pendón pero no hay nadie que firme.
Barrio Colombia: En esta dirección nos encontramos con una empresa cerrada, llamada “Grupo EYPO Colombia”. No se encontraba ninguna referencia, cartel o aviso que hiciera referencia a la revocatoria.

Castropol: Es el edificio donde presuntamente funciona la oficina del abogado promotor Julio Gonzalez Villa, está en una loma y como es obvio en los alrededores de la oficina no hay nada que dé indicios sobre la revocatoria, además no es un sitio donde cualquier persona pueda ingresar tan fácil. El edificio no está muy bien referenciado. Sin embargo, apunta a un público en el que aspiran a recoger las firmas.

Av. Oriental: este resultó ser un local donde venden fundas de celular, llamado J Cell. Allí no se encontró ningún tipo de publicidad de la revocatoria, ni planillas para firmar. Solo se encontraban dos señores, que por el ajetreo del día a día y su preocupación por vender algún accesorio de celular, a duras penas prestaban atención a los clientes o a quienes llegábamos.

Después del recorrido también surgieron algunas dudas. Por ejemplo, ¿quién patrocina la indumentaria de las personas que trabajan con la revocatoria?, ¿de dónde salen los recursos de las personas que están en las calles trabajando?, ¿de dónde salen los dineros para tener sedes como la del Hotel INTU?, ¿quién financia las carpas, sillas y mesas dónde ponen?
Además, en las pocas firmas que vimos que lograron obtener no aplican los protocolos de bioseguridad, a duras penas los tenían ahí para figurar, pero como que tienen medido el antibacterial y el alcohol porque no lo brindaban, no limpiaban el lapicero y ni siquiera exigían el correcto uso de la máscara.
Llama bastante la atención que centraron su atención y puntos de recolección en las zonas más hacía el Sur, lo que muestra que es lo que conocen de la ciudad y que es la parte en la que creen que pueden tender éxito, lo que a la fecha no se ha visto traducido en firmas ni apoyo masivo, aunque lo quieran vender en redes y medios financiados por los mismos que patrocinan su proceso.
A pesar que recientemente cambiaron el cronograma y algunos de sus líderes dicen que tienen 85.000 firmas validadas por la Registraduría esto evidentemente no se corresponde con la realidad, pues aún ese filtro no ha pasado, ¿o acaso los de la revocatoria tienen un contacto que les hace ese proceso por fuera de los tiempos?. Además, es evidente que el desconocimiento del proceso y el desespero es absoluto.
Lo cierto del caso es que el reloj sigue corriendo y las firmas nada que las consiguen, empieza la cuenta regresiva… tic tac, tic tac.