La investigación periodística que analizó más de 11 millones de documentos de cerca de 13.000 firmas de abogados encontró que Miguel Gómez Martinez, estableció una empresa en 2006 en Panamá para evadir sus responsabilidades fiscales en Colombia.
Desde que en 2019 la familia Gómez Martínez asumió por completo la propiedad de El Colombiano, se ha venido notando el cambio en la línea editorial de uno de los medios tradicionales de Antioquia para convertirse en un medio uribista que enfila sus esfuerzos a respaldar las “denuncias” del Centro Democrático o del mismo Uribe.
Uno de los elementos más evidentes de esta situación fue el hecho de que al haberse restado pauta oficial, en la millonaria cifra de 3000 millones de pesos a las que estaba acostumbrado el medio por parte de repetidas alcaldías de Medellín, especialmente la de Federico Gutiérrez, han enfilado su línea editorial a atacar a Daniel Quintero.
En contraste, hay muchos elementos que se obvian o se pasan por alto del radar informativo de El Colombiano, por ejemplo, que uno de los integrantes de la familia Gómez Martínez, es propietario de empresas en paraísos fiscales recientemente revelados en medio del escándalo de los Pandora Papers.
Se trata de Miguel Gómez Martínez quien también funge como presidente de Federación de Aseguradores Colombianos, una de las industrias más rentables de la economía colombiana y que ha sido copada por empresa que pertenecen al GEA como el llamado “grupo sura”
Según lo revelado por los periodistas que hacen parte del International Consortium of Investigative Journalists, Miguel Gómez Martínez posee una empresa registrada en Panamá desde abril del 2006, aunque asegura que nunca ha funcionado y nunca ha recibido dividendos por algún tipo de movimiento en la sociedad Tavifile Holdinhg S.A. ¿Entonces, qué sentido tiene tener une empresa por fuera más de 15 años?
Es importante mencionar que la creación de una empresa en un paraíso fiscal no es un delito, pero si requiere de un capital disponible en dólares que tienen que ser migrados del país de origen de los dueños de la empresa hacia el paraíso fiscal, evitando así el pago de impuestos en el sitio en el que se genera el capital.
Es decir, que una familia adinerada decide dejar de aportar al crecimiento del país, para aumentar sus ganancias personales y evitando el pago de impuestos en Colombia. Entonces, el diario El Colombiano, no estaría protegiendo los intereses de la información o del periodismo en Colombia, por el contrario, ¿está trabajando para un interés económico familiar?
Con razón un silencio y entrega de la información tan selectivo de los nuevos adalides de la moral y el periodismo en la ciudad. La pregunta queda al aire, pero el contenido editorial tiene la respuesta.
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