Mucho se ha dicho que la revocatoria no es más que la unión de los políticos que siempre gobernaron y se repartieron el poder y la burocracia. Pero, ¿qué hay de aquellos tontos útiles elegidos desde arriba para seguir órdenes? ¿qué aspiraciones tienen?
Y es que claro, por más que ellos se esfuercen en mostrar alto grado de independencia, en decir que su proceso es ciudadano y que solo lo hacen por amor, la realidad es otra y los intereses son los que mueven los hilos de su discurso y acciones.
Empecemos por el desdibujado Alejandro Posada, dueño del grupo de Telegram que al igual que él se ha ido desinflando, el primero en hablar de revocatoria quien, del Partido Verde paso al Centro Democrático sin ningún reparo, que tiene fotos con políticos, que fue edil y que empezó la pelea por el manejo de los dineros al interior de la revocatoria. Seguramente, sus intereses van desde mera necesidad de figurar para volver a aspirar a cargos de elección popular, más sí se tiene en cuenta que renunció a ser edil porque era sin remuneración.
Siguiendo por el quemado al Concejo de Medellín, el abogado y muy lleno de pergaminos, pero falto de valores Julio González Villa, quien vio en octubre de 2019 como su curul se le iba de las manos y decidió enfilar sus baterías con su también quemado amigo a la alcaldía Alfredo Ramos contra la administración, y según información que han confirmado varias fuentes comenzaron a hablar de caos y revocatoria en los círculos políticos en que se mueven. Los intereses de Julio son que su nicho lo conozca.
Aquí vale la pena aclarar que en uno de los primeros e insípidos actos pro revocatoria Alejandro Posada mencionó a Ramos en una reunión de Zoom.
Continuemos, con la desconocida Yesenia. Una mujer que encontró en la revocatoria su momento de figurar y los inversores para un cambio de imagen. Ella fue la que desertó y creo otro insulso movimiento que tuvo su momento de brillar con una audiencia que se caracterizó por llevar razones y ser regañada por los Magistrados del CNE por irrespetuosa, es la total confirmación que los títulos no son sinónimo de respeto. Su papel en la revocatoria consistió en crear divisiones para luego unirse al ver que no era capaz y en insultar y atacar gente que no comulga con sus ideas para valerse de plataforma para sus aspiraciones políticas que del Concejo de Medellín pasaron al Senado.
Yesenia Bedoya usa la revocatoria como trampolín, es evidente
Y el último y más hilarante de los pro revocatoria es Andrés Rodríguez, un tipo que se le ha visto muy cercano a Yesenia y al parecer, según algunas fuentes, busca o tener una aspiración política más adelante o tener una “amiga” y/o pareja que logre ostentar algún cargo de elección popular para empezar a crear una plataforma política que le ayude a levantar sus empresas, que presuntamente, están en quiebra.
Con esto queda demostrado que la revocatoria, como en la mayoría de los casos en que se han adelantado, no es más que un trampolín político y una manera de evitar la tranquilidad de los ciudadanos y también de que los dineros que son públicos, se dejen de invertir en la ciudad para que sus negocios sigan siendo los beneficiados.
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