Federico Gutiérrez, María Fernanda Cabal y la Coalición de la Esperanza no han escatimado esfuerzos en criticarse mutuamente, pero además cada una de las derechas tiene sus propias divisiones.
Una de las derechas es la que se denomina uribismo, en la que la arremetida en medios que destacan a Cabal como un “fenómeno” y dejan de lado a Oscar Iván Zuluaga que cada vez ve más lejos la popularidad que necesitaría para ganar la consulta “encuesta” de su partido.
La candidata Cabal ha copiado varias de las estrategias victoriosas de campañas pasadas, incluso campañas de fuera del país. La primera consiste en emitir mentiras, indignar a sus más fieles adeptos y provocar rabia, como pasó con la campaña del No en el plebiscito que se basó en mentiras.
La otra estrategia que usa es que a partir de escándalos, vulgaridades y serias muestras de poca formación se está haciendo notar en medios de información cercanos al gobierno, es la clase de política que cree que se trata de siempre estar presente para generar recordación y señalar a todos los oponentes de “mamertos”.
Lo cierto es que este tipo de campaña le está valiendo la división al propio Centro Democrático. El senador Macías, es el encargado de hacer evidente dicha división y se ha notado muy molesto por la cantidad de prensa que se sigue ganando Cabal.
La otra derecha es la que se esconde detrás de la llamada “Coalición de la Esperanza” que sigue buscando insistentemente a Alejandro Gaviria, y que con fotografías populistas, como la de subirse a Transmilenio y sacarse fotos aunque no lo hagan sino en campaña, desataron la furia de Fico, que no tardo en asegurar que los candidatos de esa coalición llevan toda la vida haciendo política y sin embargo están desconectados “La desconexión de los que llevan toda la vida haciendo política”.
La de Fico es la tercera derecha que también se quiere disfrazar de centro y que sigue siendo denunciada por comprar bases de datos para su campaña como se evidenció en la mañana de este lunes con nuevos mensajes de texto que llegaron a personas que no han autorizado dichos envíos. Incluso algunas voces han denunciado que son las bases de datos de El Colombiano, las que estaría usando este candidato que también busca desesperadamente el favor del uribismo.
Lo cierto es que ninguna de esas campañas está ganando adeptos, más bien están peleando por los votos de la derecha que cada vez son menos y por el favor de Uribe que sigue enfrentando un proceso penal por manipulación de testigos y fraude procesal.
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