Durante esta semana se han evidenciado nuevas jugaditas por parte de las empresas y las personas qué fueron declaradas responsables fiscales por el desfalco de 4.3 billones de pesos en la construcción de la hidroeléctrica hidroituango. Además de los recursos de ley que dilatan la devolución del dinero, la estrategia también contiene la declaración de insolvencia o de reestructuración.
La superintendencia de sociedades ha aceptado la maniobra de las empresas Coninsa y Conconcreto, quiénes se declararon en restructuración y llevarán a cabo una serie de maniobras para evitar el pago de la deuda que les impuso la contraloría al generar un inmenso desfalco en la construcción de una de las hidroeléctricas más importantes del país.
Y es que ya es conocido que las empresas, así como los políticos uribistas, han aprendido las mañas y las jugaditas para evadir la ley y las usan sin ningún tipo de pudor para beneficiarse, en detrimento de los bienes públicos.
Para muchos ciudadanos este tipo de actitudes tramposas es una característica de la clase política y empresarial que ha construido su poder en Colombia a partir de desangrar al Estado con el beneplácito y la complicidad de los gobiernos de turno.
Sin lugar a dudas, está actuación afectará a hidroituango y a EPM en caso de que se concreten las intenciones de estos empresarios y estos políticos, entre los que se encuentran Luis Alfredo Ramos, recientemente condenado por parapolítica, Sergio Fajardo quiénes se encontrarían en una primera fase de la trampa presentando el recurso de apelación ante la contraloría.
Ciudadanos quieren impedir que de pierda el dinero desfalcado a Hidroituango
Lo que se sabe es que la segunda fase de la trampa para no devolver los dineros públicos que se embolsillaron ellos o las empresas del gea será declararse en insolvencia y así evitar las consecuencias fiscales de las decisiones de ley.
Sin embargo, hay una creciente exigencia ciudadana para evitar que los dineros públicos qué fueron malogrados por esta clase política se pierdan definitivamente y solamente beneficien a los privados qué se aprovecharon de su relación con gobiernos anteriores para lucrarse y engrosar sus arcas.
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