Para nadie es un secreto que el periodismo tradicional afronta serios problemas financieros, ligados a la credibilidad. Por ello el ejemplo del Colombiano es claro en no poner límites a esas relaciones pues sus dueños son parte del Centro Democrático que parece estar arrasando con todo lo que se le arrime y el medio no es la excepción.
Solo así se explica la decadencia del medio en el que la familia Gómez Martínez es al mismo tiempo empresaria, dueña de medios y parte del Partido Político de gobierno, es tal la vinculación que el señor Gómez Martínez es miembro del Comité de Ética del Centro Democrático y ha tomado duras decisiones en días recientes sobre las precandidaturas presidenciales.
Como si esto fuera poco, ex funcionarios públicos, del gobierno de Federico Gutiérrez tienen intereses en el Colombiano, en cargos que son decisorios en la línea editorial del medio, por ejemplo su propiedad. Uno de los casos es el de Manuel Villa Mejía, quien fue secretario privado del exalcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, y ejerció como alcalde encargado en varias ocasiones.
La familia Gómez Martínez y sus ocultos intereses comerciales
Uno de los negocios de la familia es el periódico el Colombiano, por ello debe sostenerse como una empresa. El problema es que desde la llegada de Daniel Quintero a la Alcaldía de Medellín una de sus principales entradas de dinero, correspondiente a la pauta publicitaria, dejó de entrar en las millonarias cantidades que si pagaban administraciones anteriores.

Además, de la pauta oficial, las empresas también destinan dinero de sus ingresos para generar una opinión pública favorable. Una de las cosas ciertas es que el recorte en la pauta publicitaria fue un duro golpe para el diario que acumuló pérdidas operacionales por 176% superado solamente por la revista semana que perdió utilidades por un porcentaje cercano al 203% según publicó Supersociedades en Julio de 2021.
También está la reducción dramática de la pauta oficial, puesto que, en la administración de Federico Gutiérrez, este solo medio acumulaba 3.000 millones de pesos en pauta oficial y por ello fue de los únicos en reportar ganancias en ese periodo. Con la Alcaldía de Quintero, la reducción fue drástica y profundizó la crisis.

Por si fuera poco, Miguel Gómez Martínez fue uno de los empresarios que hace parte de los llamados Pandora Pappers, fiel a las costumbres de empresarios de Antioquia como Luis Alfredo Ramos. Lea Miguel Gómez Martínez y los Pandora Pappers
Esto explica por qué, en temas que son cruciales para el uribismo y el llamado “sindicato antioqueño” el medio es especialmente incisivo e insistente. El escándalo Hidroituango, es uno de los grandes ejemplos. Muchas de las noticias publicadas por el medio se han dedicado a defender, sin disimular, a los ex integrantes de la Junta Directiva de EPM, o a las empresas que incumplieron los plazos de construcción de la central hidroeléctrica.
Adicionalmente la composición de la Junta Directiva del periódico está también atravesada por los intereses de empresas que están ligadas al desfalco de Hidroituango, pues la empresa Conconcreto está más que representada en el diario. El Alcalde Daniel Quintero puso en evidencia que el mismo presidente de la Junta Directiva, Juan Luis Aristizabal, era el director del medio, interés muy cruzados.


Aunque el medio quiso decir que Aristizabal había dejado de ser el director hasta antes de la publicación en redes de Quintero, el pasado 19 de Octubre publicaron una gran entrevista al mismo Aristizabal en la que defendió a capa y espada los intereses de Conconcreto, lo que indica que aunque haya dejado de ser el presidente los intereses y la línea editorial del medio se mantienen intactas.
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