Desde hace varios días se viene viendo como los concejales de cierta clase política inician una férrea defensa por los contratistas de Hidroituango y por querer desviar sus comprobados hechos de corrupción. El más reciente lo protagonizó Simón Molina, quien quedo en absoluto ridículo.
Todo se dio por un derecho de petición enviado por Simón Molina en el que exigía al alcalde Daniel Quintero mostrar las pruebas de su afirmación respecto a la baja calidad de los materiales en el desastre ocasionado en Hidroituango. Y además afirmaba a priori, que mentía, como estrategia que han tomado para ganar likes.
Aunque el tema ya se había conocido por el informe que había escondido la gerencia de la pasada administración, quienes evidentemente tienen un gran conflicto de intereses para que no se conociera la información y también se ha sabido que las construcciones por ejemplo del tercer túnel fueron sin permiso ni licencia ambiental.
Sin embargo, Daniel Quintero, lo peino y lo mandó a dormir con trencitas al responderle el soporte de sus declaraciones provenientes de la auditoria de Mc Gregor que tiene aterradores hallazgos respecto a las irregularidades cometidas en Hidroituango.
El documento al que se hace referencia conta de 769 páginas y 33 hallazgos, en el que dice entre muchas otras cosas que “por otro lado, McGregor recopila en su informe las advertencias que venía haciendo la interventoría del proyecto desde 2016, sobre deficiencias en la construcción del túnel de desviación auxiliar e, incluso, sobre desprendimientos de roca, en especial en el sector dos, que fue el que se derrumbó”.
De nuevo, se hace el llamado a los concejales para que cuiden el patrimonio público y aunque es claro que son sus aliados que dejen de defender perdidas para la ciudad y empezar a trabajar por el pueblo para el que se hicieron elegir.
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