Desde hace días se viene debatiendo en el Concejo de Medellín sobre el proceso para buscar al nuevo contralor de la ciudad; y se ha notado el descontento de algunos concejales que no quedaron felices con la Universidad que fue seleccionada para realizar la convocatoria de este importante cargo para la ciudad.
En contexto, hace varios meses la Mesa Directiva del Concejo de Medellín, en su función de elegir una Institución para realizar la escogencia del nuevo contralor de Medellín, realizó una invitación abierta a las universidades a la que se presentaron tres universidades con sus propuestas: Santo Tomás, Tecnológico de Antioquia y EAFIT.
Las propuestas solo variaron en valor, pues la parte técnica no varía ya que lo establece la ley. EAFIT cobraría $96 Millones de pesos. Santo Tomás cobraría $45 millones de pesos y el Tecnológico de Antioquia cobraría $35 millones de pesos. Después de evaluar las propuestas, la Mesa Directiva del Concejo escogió la que brinda el servició exigido en menor precio. El Tecnológico de Antioquia, galardonado recientemente por el Departamento Nacional de la Función Pública, resultó seleccionado.
Cuando la noticia se hizo pública, los concejales del Fajardismo Daniel Duque del Partido Verde y Daniel Carvalho de Juntos por Medellín, y los concejales uribistas del ala opositora, Julio González Villa y Alfredo Ramos y por último el supuestamente “Independiente” Luis Bernardo Vélez, fueron quienes alzaron su voz al saber que EAFIT no ganó y han tratado de generar dudas en dicho proceso y parecieran sugerir a la Mesa Directiva a la universidad EAFIT, en cabeza de Claudia Patricia Restrepo.
La barra de los concejales por EAFIT hace parte de una estrategia de copamiento de cargos como el contralor
Para nadie es un secreto la dura confrontación que el Alcalde Daniel Quintero ha mantenido con el Grupo Empresarial Antioqueño, como tampoco lo es la cercanía de este grupo con el actualmente investigado Sergio Fajardo Valderrama.

Desde hace un par de años el antiguo GEA ha venido adelantando una suerte de renovación, luego de la salida por la puerta de atrás de David Bojanini, José Alberto Vélez comenzó una toma silenciosa que buscaba cooptar todos los espacios de poder ya no solo del grupo económico sino de la política antioqueña.
Para llevar a cabo su plan utilizó como punta de lanza a su niño mimado David Escobar Arango, cercanísimo secretario de Sergio Fajardo, y quien luego de un paso sin pena ni gloria por Interactuar, y de haber sido secretario de despacho varias veces, fue elegido como director de la caja de compensación del GEA, Comfama.
Desde allí Escobar, cuya cercanía con Fajardo ha generado toda clase de conjeturas, se dedicó a contratar a una serie de personajes cercanos al candidato a la presidencia. Fue así como, entre muchos otros, fichó a Claudia Restrepo como su segunda al mando. El estilo dictatorial de Escobar encontró un complemento ideal en Restrepo, quien nunca había tenido un solo cargo que no obedeciera a sus inclinaciones políticas. Sin apenas méritos distintos a su estrecha cercanía fue Secretaria Privada de Alonso Salazar, Vice alcaldesa de Aníbal Gaviria, quien la también la promovió para la gerencia del Metro, de donde salió por la puerta de atrás.
Desempleada y sin amigos en el poder, Restrepo se dedicó a una aventura desangelada. De ese pozo oscuro la rescató Escobar para llevarla a Comfama, donde reinaron juntos hasta que el siguiente salto para consolidar su poder fue posible: nombrarla como rectora de Eafit.
En efecto, Escobar, Vélez y Fajardo movieron todas sus fichas para garantizar que Claudia Restrepo llegara a la rectoría de una de las principales universidades de la ciudad. De esta manera Escobar y Vélez garantizaban seguir copando espacios de poder en la ciudad y de este modo influir en los destinos de esta.

Esta es la génesis resumida de quien hoy ostenta la rectoría de la Eafit, y explica, pero no justifica que algunos concejales promuevan que sea esta universidad quien elija al próximo Contralor (a) de la ciudad. Está claro que la voracidad de los fajardistas por manejar los hilos del poder en Medellín es insaciable y que no se detendrán en un propósito de torcer fuerzas en su favor y de pasar por encima de quien sea necesario.
Entendiendo este escenario vale la pena preguntarles a los concejales que se empecinan en elegir a Eafit, ¿Qué universidad y qué rector tiene más idoneidad para escoger la terna que dará el próximo contralor (a) de la ciudad?
Cabe dejar también otra pregunta abierta, que tal vez algunos concejales puedan responder, es más que evidente la alianza entre el fajardismo y uribismo, lo preocupante es como los dos alternativos Carvalho y Duque que hablan de nuevas ciudadanías, de renovación política se unen con la rancia política tradicional (el hijo de un condenado por la parapolítica Ramos y un docente despedido de la UPB por sus pocos conocimientos y mañas, Julio González) solo para recuperar lo que perdieron en las urnas y que no volverán a tener.
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