En medio del debate del presupuesto de la ciudad para 2022 y en el que Alfredo Ramos anunciaba su voto negativo porque según él es un voto político por ser un “cheque en blanco” que se le entrega a la administración, en un lapsus afirmó que él “si defiende la corrupc… la ciudad”.
El hecho resulta bastante pintoresco pues en medio de su discurso y de su pasado político y familiar, el lapsus es como una confirmación de su accionar y de las razones de sus acciones en el recinto donde desde el día 1 ha decidido votar a todo no, como un supuesto acto de amor por Medellín, el mismo con el que desde la trinchera apoyo y promovió la revocatoria.
Aunque intentó durante todo su discurso en las “10 para votar negativo el presupuesto” arreglar su lapsus e intentar explicar que él no defiende la corrupción, lo cierto del tema es que el mensaje que quedó bastante claro fue otro. Como quien dice “no aclare que oscurece”.
Es válido aclarar que el Concejal es uno de los pocos políticos paisas que tiene dineros en paraísos fiscales y apareció en el escándalo de los Panamá Papers. Además, ha sido señalado por recibir contratos de la gobernación de Antioquia en las empresas en las que trabajaba, cuando su padre Luis Alfredo Ramos fue gobernador.
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